La elección de la paleta de colores en el cine es muy importante para ayudar a contar la historia. Describe ambientes y personajes, marca el tono psicológico y ayuda a provocarnos sensaciones que tenemos relacionadas, hasta de manera inconsciente, a ciertos colores. Cada uno de estos detalles está planificado y tiene un motivo de ser. Pero ¿cómo se logra esto?
En primera instancia se debe determinar la rueda de color o círculo cromático a utilizarse. Hay una versión reducida de doce colores y hay muchos estudios que artistas han hecho a lo largo de los años en donde se demostró qué color combina mejor con otro para generar ciertas reacciones, sensaciones en las personas.
A partir de esto se eligen si los colores a utilizarse serán complementarios u opuestos. Por ejemplo naranja con azul o naranja con plateado, considerando que al estar en lugares opuestos de la paleta de colores, se tendrá un color cálido y otro frío. Otra combinación podría ser rojo y verde, presente en la película Amelie.
También se puede tener un esquema de color combinado, donde en vez de elegir opuestos o complementarios, se eligen aquellos colores que están del mismo lado en el círculo. Por ejemplo, Matar o Morir, donde hay presencia de colores oscuros que dan potencia y fuerza a la acción que se va desarrollando.
Otro caso que podemos mencionar es Minari, cinta donde los colores cálidos predominan para enmarcar los espacios donde se desarrolla la vida de la familia protagonista. O también podemos mencionar Proyecto Florida, donde hay presencia de algunos colores protagonistas más brillantes (como el rosado o violeta) que ayudan a situar también la historia, y los contrastes que existen en ella.
Definitivamente la elección de paleta de colores es un trabajo muy importante y clave para el apoyo en la construcción de la historia, sus personajes y para guiar al público a conectar con diversas emociones.
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