Llevar a la pantalla grande la experiencia de vida de Tami Oldham Ashcraft quien estuvo varada en alta mar junto a su novio, Richard Sharp, fue un gran desafío para su protagonista, la ascendente Shailene Woodley.
A la deriva, el film de Baltasar Kormákur, retrata esa odisea con maestría y sin golpes bajos. Para llevar adelante la producción, el realizador contó con la aprobación de la protagonista real de los sucesos, quien decidió visitar el set de filmación.
“Fue increíble conocerla”, dice con entusiasmo Woodley, pero advierte: “yo era muy consciente de lo emocional que debía ser la experiencia para ella, el trauma de estar atrapada en el mar”.
El encuentro fue muy emotivo y la presencia de Ashcraft dejó una muy buena impresión. “Es una persona tan sensible y fuerte que parece haber aceptado la película sin reparos. Espero que a través de esta experiencia también haya encontrado paz”, contó la actriz.
Lo que se suponía iba a ser un viaje de placer se convierte en una pesadilla para una pareja de enamorados (Woodley y Sam Claflin) que al quedar varados en el mar intentarán volver a tierra firme gracias al coraje, valentía y determinación de su protagonista.
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