En la cocina del cine

Hablemos sobre el Aspect Ratio o Relación de Aspecto

El término Aspect Ratio suelen tener varias traducciones en español tales como relación de aspecto, proporción de aspecto, razón de aspecto, entre otros. Todas estas denominaciones sirven para englobar un mismo concepto: es la proporción entre el ancho y la altura de una imagen. Es decir, que la forma de una imagen o cuadro de filmación va a estar determinado por esas medidas.

La pantalla de televisión tradicional tiene una proporción 4:3 (técnicamente también se la nombra como 1:33:1), la cual a simple vista puede parecer cuadrada pero no lo es. Esta primera medida fue creada en 1892 por William Dickson, empleado de Thomas Edison y se utilizaba como estándar para los rollos cinematográficos de 35mm. Cuando el sonido se incorporó a la filmación, la proporción debió ser modificada y pasó a tomarse como medida estándar 1:37:1. Películas clásicas como Casablanca o El Ciudadano Kane tenían este formato.

Debido a que este formato era prácticamente igual al de la televisión, se decidió mejorarlo y modificarlo para lograr diferenciar la experiencia de ir al cine con la de ver una película desde el sillón de nuestra casa. Así fue como se fueron adoptando los formatos: Cinerama (2.59:1), VistaVision (1.85:1) y luego IMAX (1.43:1) ya que permitían incluir más información en un mismo cuadro y darle al espectador una mejor visión de lo que ocurría en la historia. En ese momento la proporción 4:3 se abandonó.

Pero, ¿qué es lo que está cambiando hoy en día que ahora algunos productores y directores están volviendo a utilizar esta proporción? Se debe a que la evolución técnica hoy en día permite poder grabar un mismo contenido con una misma cámara y lente y replicarlo en diferentes formatos. Los directores más jóvenes que ya crecieron en una cultura de la multi-pantalla, saben que el ámbito tecnológico no es un impedimento y por ende hasta muchas veces utilizan este formato más antiguo como parte de la historia o punto de vista que quieren contar. Por ejemplo, El Gran Hotel Budapest es un ejemplo de una película actual que tiene diferentes aspect ratios, aprovechando este recurso para los saltos en el tiempo de la historia.

“El formato 16:9 permite mostrar paisajes en una manera mucho más dinámica; pero un 4:3 permite mostrar un retrato más íntimo” sostiene Rian Brown-Orso, director cinematográfico independiente.

Así que, como verán, en la industria del entretenimiento no todo pasado es totalmente pisado, sino que todo puede reutilizarse para ayudarnos a contar un mejor relato. Te invitamos a ver a partir de ahora todas las películas con un ojo más crítico para descubrir los diferentes formatos.

¡Que viva el cine!

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