Hace algunas semanas habíamos conversado acerca de el gran equipo que se necesita para la realización de una película. Dentro de todos los roles claves, nos gustaría destacar la importancia de la labor del director de fotografía. Pero, ¿en qué consiste este trabajo?
En líneas generales podemos decir que es quien se encarga de todo lo referente a la imagen visual de la cinta participando en todas las etapas: desde la preproducción hasta la postproducción. Su trabajo es muy cercano al director ya que deberán ponerse de acuerdo en diversos temas: iluminación, estética de colores, contraste, emplazamientos de cámara, entre otros. Es decir que esta persona gestiona todo lo que tiene que ver con la parte visual del largometraje y además tiene a su cargo el equipo de fotografía (iluminación y cámara).
Como mencionamos previamente, está involucrado en todas las etapas del proyecto. Durante la preproducción lo que hace luego de leer el guión es buscar, junto al director, locaciones de rodaje; discutir cómo será la estética visual para grabar la historia; elegir y coordinar al equipo que se encargará de las cámaras y objetos de iluminación; y también trabajar muy de la mano con los equipos de vestuario, maquillaje y arte para aunar objetivos y lograr una coherencia en el producto que se quiere trabajar. Además, en la etapa de producción decide los ajustes de cámara y decide junto al director los encuadres para obtener los mejores resultados.
Cuando se finalizó la grabación y llega la etapa de postproducción, debe permanecer atento para observar cómo quedará la película junto con el colorista para que en caso que sea necesario, se corrijan los tonos, contraste y luminosidad.
Y así, este rol suma un granito de arena más -y muy importante- para entregarnos una nueva película para disfrutar en la pantalla grande, como nos gusta.