Georges Méliès fue un director y productor de cine que nació en París en 1861. Antes de convertirse en uno de los cineastas más influyentes, Méliès era dueño del Teatro Robert Houdin donde realizaba su labor como ilusionista. Este cineasta fue un gran contador de historias que cambió la forma de mirar el cine y empezó la revolución de los efectos visuales. Hagamos un repaso por sus increíbles innovaciones.
Este director de cine fue uno de los primeros en implementar la técnica de edición, es decir, unificar una imagen en movimiento con otra. El descubrimiento se dio de manera accidental. Un día el cineasta estaba filmando el tráfico de París cuando, de repente, su cámara tuvo un desperfecto técnico. Méliès solucionó el problema y siguió grabando. Más tarde, cuando estaba proyectando la película, reconoció un gran cambio: un colectivo, como por arte de magia, se transformaba en un coche fúnebre. Así es como creó el stop trick, una técnica que consiste en filmar un objeto y, mientras la cámara está apagada, el objeto se coloca fuera de encuadre. Posteriormente, la cámara se vuelve a encender para grabar. El resultado final es una escena que genera la impresión de que un objeto desaparece.
Georges Méliès supo destacarse desde el inicio. Reconoció el potencial del cinematógrafo y se diferenció con su habilidad para contar historias. A través de sus films, el director introdujo la continuidad narrativa, es decir, la relación argumental entre las escenas, algo que hasta entonces casi no existía, ya que los directores se limitaban a registrar escenas de la vida cotidiana, teniendo como producto final algo muy similar a un documental.
El director de cine también empezó a realizar películas con incontables efectos visuales: cabezas levitando, personas desapareciendo u objetos cambiando su forma o tamaño. Georges Méliès utilizó todo tipo de recursos. Este cineasta transformaba cada película en un gran acto de magia. Uno de sus films más celebrados, por sus asombrosos y ambiciosos trucos, fue Viaje a la Luna (1902). Inspirada en una novela de Julio Verne, la película de catorce minutos sigue a un grupo de científicos que viajan a la Luna, duermen bajo las estrellas, pelean con extraterrestres y escapan de regreso al planeta Tierra.
Los trucos cinematográficos de Méliès fueron los primeros pasos para llegar a los efectos visuales actuales. La magia que caracteriza a George Lucas, Luc Besson (Valerian y la Ciudad de los Mil Planetas) o Roland Emmerich (Midway, Moonfall) no hubiera sido posible sin la gran variedad narrativa y técnica de Georges Méliès. Los maestros de Hollywood recuerdan, hasta el día de hoy, al mago francés como aquel que abrió la caja de pandora en el séptimo arte.
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Imagen: Google
