La 36ta edición del Festival Internacional de Cine de Mar del Plata inició el jueves 18 y se celebró hasta el domingo 28 de noviembre. A través de una modalidad mixta, el Festival dio acceso a diferentes plataformas de visualización y regresó a la presencialidad respetando el aforo permitido. Esta edición, dedicada a la memoria de David “Coco” Blaustein y Fernando “Pino” Solanas, contó con proyecciones de películas, homenajes y charlas sobre el séptimo arte.
Recordemos que la industria cinematográfica sufrió un gran impacto el año pasado tras la suspensión de funciones, rodajes y festivales. Sin embargo, varias organizaciones aprovecharon esta oportunidad para reinventarse y llevar adelante una iniciativa diferente como la transmisión online de eventos o la proyección de películas a través de otras plataformas. Este año el Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA) decidió continuar con una propuesta híbrida para recuperar la emoción de volver a las salas de cine sin dejar de lado lo virtual, ya que permite que el Festival de Cine de Mar del Plata llegue a cada rincón del país.
En esta última semana la Competencia Internacional presentó doce producciones de distintos países, entre ellos Estados Unidos, Corea del Sur, Georgia, Italia y Francia. La programación ofreció una gran variedad de películas entre las cuales se destacó Petite Maman de Céline Sciamma, directora de Tomboy y Retrato de una mujer en llamas. Protagonizada por Gabrielle Sanz, Nina Meurisse y Joséphine Sanz, la película narra la historia de Nelly, quien tiene ocho años y acaba de perder a su abuela. Mientras ayuda a sus padres a vaciar la casa en la que su madre creció, Nelly conoce a otra niña de su edad con quien vivirá una gran conexión. Petite Maman es una experiencia cinematográfica que invita a reflexionar sobre el concepto de la familia, la amistad y el duelo infantil.
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