Lo que parece ser una solución se convertirá en un gran problema para la familia que forman Liza (Katie Holmes), Sean (Owain Yeoman) y su pequeño hijo Jude (Christopher Convery).
Y es que después de un robo que sufren en Londres, deciden buscar tranquilidad en una casa alquilada en los terrenos de la abandonada Mansión Heelshire, en donde se encuentran con Brahms, un inquietante muñeco de porcelana.
¡Katie Holmes regresa al terror!
“Sé que a la gente le encanta las películas de terror, así que me entusiasmaba ser parte de ésta y tener la oportunidad de crear un gran personaje”, revela Holmes ante el desafío.
Sobre sumarse a la secuela, la actriz destacó el gran trabajo del director en la anterior entrega: “realmente me gusta William Brent Bell como director. Pienso que hizo un gran trabajo con la primera”.
Y aunque le gusta mucho participar en un film que aterre al público no le gusta ser espectadora: “me encanta ir al cine, y me gustan las películas de terror. No siempre voy, porque a veces son muy aterradoras. Si voy, tengo que ir con un grupo de personas”, confesó.
