Apenas se conocieron las primeras imágenes, la nueva película de Nicole Kidman generó un revuelo en las redes y dejó a los fanáticos del cine absolutamente expectantes.
Con una interpretación de Kidman más arrolladora que nunca, los especialistas no tardaron en posicionarla como una firme candidata al Oscar.
Más aún porque el film viene de las manos de la cineasta neoyorquina Karyn Kusama, una de las pocas mujeres que se impone en los grandes festivales internacionales.
Un personaje exigente
Kidman interpreta a la detective Erin Bell, quien trabajó encubierta en una banda de criminales del desierto de California. Años después, el líder de aquella pandilla vuelve para vengarse contra una Bell cuyo pasado se le viene encima.
En una historia plagada de acción y con un duro drama detrás, el film permite ser testigo de una de las transformaciones más radicales de la actriz de Moulin Rouge. Así, la ganadora del Oscar sorprende con un irreconocible cabello gris, rostro cansado y aspecto demacrado.
Así, con un personaje traumatizado por los errores del pasado, Kidman dejará al público sorprendido frente a uno de los papeles más difíciles de su carrera.