Hace quince años, en 2005, Russell Crowe, el actor neozelandés se vio envuelto en una situación policial bastante peculiar. Al parecer, habría tenido un percance con uno de los empleados del hotel en el que se hospedaba cuando, al no poder recibir un llamado telefónico de su esposa, le arrojó el aparato. Este incidente culminó con un juicio por el que fue liberado de los cargos. Su publicista para ese entonces publicó un comunicado relatando lo sucedido e indicando que el actor lamentaba haber perdido su temperamento y que no era su intención lastimar a nadie.
Hoy, en 2020 le toca ponerse en la piel de un personaje con mucha furia e ira incontrolable en el thriller Fuera de Control. “En realidad esto me pareció muy gracioso” dijo Crowe en una entrevista a The Sydney Morning Herald cuando le preguntaron cómo se sentía finalmente adoptando un rol de este estilo luego de haber sido acusado por años de tener un mal temperamento.
Y, dejando en claro que en realidad no tiene problemas de mal carácter en la vida real, agregó: “esa descripción cliché que es aplicada a mi persona no es en ningún nivel, mi realidad”. Con los años afirma que ha perdido el control sobre lo que los medios dicen acerca de su vida personal y como resultado “la idea errónea acerca de mi mal temperamento se ha vuelto algo importante para la industria mediática”. Todo aclarado.
Esperamos entonces con ansias el lanzamiento de este nuevo thriller que protagoniza con Caren Pistorious y que promete dejarnos sin aliento.
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