Desde Nosferatu hasta La Huérfana existió un largo camino para llegar a lo que hoy conocemos como el cine de terror. Hagamos un breve viaje en el tiempo para indagar un poco más en los inicios del género más importante del cine.
Los antecedentes del terror podrían considerarse a partir de La llegada del tren a la estación (1896) de los Hermanos Lumière, quienes crearon el séptimo arte. Este cortometraje causó un gran susto entre los espectadores debido a que el cine era un invento nuevo. Cuando el público comenzó a notar que el tren se acercaba, creyeron que este mismo iba a salir de la pantalla. Por otro lado, Georges Méliès también hizo sus aportes con la primera película de terror llamada La mansión del diablo (1896), la cual relata el encuentro con el Diablo y varios fantasmas.
A través del expresionismo alemán, el cine de terror demostró sus enormes posibilidades. El Gabinete del Dr. Caligari (1920) de Robert Wiene se convirtió en un éxito mundial y tuvo un impacto en la historia del cine. Se trata de una película que introdujo una estética novedosa con sus decorados y escenografía. Otra de las grandes influencias para el género de terror fue Nosferatu(1922) de F. W. Murnau, una adaptación no autorizada de la novela de terror gótica de Bram Stoker denominada Drácula.
A mediados de la década de 1930, en Estados Unidos, comienzan a crearse historias en pantalla grande inspiradas en la literatura gótica de Mary Shelley o Allan Poe. En esta década, distintos estudios producen cintas protagonizadas por los monstruos más icónicos: el invento de Frankenstein, la momia, el hombre lobo y el hombre invisible.
En los años cincuenta, gracias a los increíbles avances tecnológicos, el tono de las películas de terror pasó del gótico a incluir determinados aspectos de la ciencia ficción. Décadas más tarde, se profundiza en un cine de terror más psicológico y suspense con la filmografía de Alfred Hitchcock, quien realizó Psicosis (1960) y Los pájaros (1963).
Una de las características más interesantes del género de terror es hacer pasar miedo al espectador. Hoy en día existen incontables películas que cumplen con esta principal premisa como El legado del diablo, Exorcismo en el séptimo día y Viene de noche.
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