El guión del thriller de acción de Destrucción (Destroyer) nació después de varios años. Mientras trabajaba en otros proyectos, el escritor y productor Phil Hay y su coguionista Matt Manfredi comenzaron a recopilar ideas para un guión a partir de su amor por las películas policiales y su interés en los diversos vecindarios y habitantes de Los Ángeles.
“Lo que me entusiasmaba”, comparte Manfredi, “era escribir una película novelística con énfasis en el personaje, un estilo que recuerda a las películas policiales clásicas de los años 70 como Serpico y The French Connection”.
Con la historia definida, el dúo supo que el personaje principal debía oscilar entre su presente y su pasado. Eso, técnicamente hablando, presentaba un gran desafío, dados los múltiples marcos de tiempo de la historia y el hecho de que “incluso las secuencias del pasado no son necesariamente cronológicas”, observa Manfredi. “Nos llevó mucho tiempo lograr que los detalles de la trama fueran perfectos y no confusos. Nos alejamos varias veces del proyecto para despejarnos y luego lo retomamos”.
Destroyer. Encontrar una protagonista indicada
Para aquel momento del proyecto, no estaba definido que el personaje principal sea una mujer. Por sugerencia de la directora Karyn Kusama, la historia viró hacia una protagonista, labor que cayó finalmente en la gran Nicole Kidman, quien decidió colocarse en la piel de la detective Erin Bell, de presente problemático y pasado conflictivo.