“Quizá Dios me hizo pintor para gente que aún no nació”. Esta conmovedora frase sale de la boca de Willem Dafoe interpretando al legendario pintor Vincent Van Gogh, tal como puede verse en los primeros adelantos del film At eternity's gate.
La película representa una experiencia artística en sí misma y cuya invitación viene nada menos que de la mano del ecléctico cineasta y artista plástico Julian Schnabel.
Una visión del artista honesta e incisiva
Lejos de la mera biografía cronológica, la cinta propone un recorrido que nos permite tirarnos de cabeza en el muchas veces desquiciado mundo del artista que dejó las obras de arte más impresionantes de la historia de la pintura.
Una biopic algo atípica, pero muy sincera y hasta irreverente al tomarse ciertas libertades narrativas. “En primer lugar, todo el mundo cree que sabe todo sobre Vincent Van Gogh, por lo que me parecía absolutamente innecesario y absurdo hacer una película sobre él. Preferí revisar su proceso creativo”, detalla al respecto el director.
Un viaje zigzagueante que vale la pena, más aún porque está a cargo del gran Dafoe, en una interpretación que la crítica ya ha catalogado como una de las más importantes de su carrera.
