Muchas veces escuchamos cifras o números exorbitantes cuando las noticias cuentan cuánto costó realizar una determinada película. Lo cierto es que cada proyecto tiene sus peculiaridades y por lo tanto el costo de producción puede variar. Entonces, ¿qué costos hay que tener en cuenta?
No es un secreto que la mayor parte del presupuesto se lo llevan productores, directores y actores, aunque son cifras que generalmente se mantienen fuera del ojo público; con excepción de algunos casos particulares en donde se ha elegido visibilizar los números para poder conseguir igualdad en las cifras obtenidas por estos trabajos, independientemente del género de las personas. Luego hay que evaluar si para esa historia en particular que se desea contar, se necesita pagar derechos de autor o no, ya que generalmente las películas suelen estar basadas en libros, obras de teatro, entre otros. Además hay que considerar quién será el encargado de contar esa historia que se quiere transmitir y por lo tanto se deberá evaluar a qué guionista contratar.
Por otro lado, como mencionamos anteriormente, dentro del “cómo contar” la historia, también se encuentra al director. En este caso, el valor dependerá mucho de la trayectoria que él o ella tenga y en muchos casos también cumplen el rol de productores, por lo que esto incrementa el cachet. Y si de productores hablamos -que son quienes tienen el rol de hacer funcionar esta gran máquina que es la película que terminamos viendo en el cine- también debemos tener en cuenta que pueden costar unos cuantos millones (aunque en general no llegan a tener el sueldo de los actores y actrices).
Si nos referimos a los costos de producción en sí mismo, uno de los aspectos a tener en cuenta son las locaciones donde se filmará. Por ejemplo, si se desea usar algún lugar en particular o algunas calles de cierta ciudad habrá que gestionar permisos correspondientes. Además, hay que considerar las pólizas del seguro de todos los trabajadores involucrados, y todo el equipamiento necesario (cámaras, luces, micrófonos, entre otros elementos). ¿Se destruirán autos en alguna escena de acción? ¿Explotarán cosas? ¿Se generan retrasos en días de filmación por algún motivo? El presupuesto seguirá incrementando…
Para la post producción hay que reservar dinero en caso que se quieran utilizar efectos visuales ya que es una tarea que puede llevar muchas horas. Además, así como se pagan derechos de autor si la película está basada en alguna historia previa, también se deberán pagar derechos musicales en caso que se desee utilizar alguna canción.
¿Ya terminamos? ¡Claro que no! Ahora hay que reservar una suma para todo lo que involucrará la campaña de marketing para el lanzamiento de esa gran película. Definitivamente una tarea muy difícil y desafiante ya sea que se esté planeando un gran blockbuster o una película más pequeña.
¡Voilá!
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