Julia Roberts interpreta en Ben is Back (Regresa a mí) a una madre coraje, como se dice en ciertos sitios de la región. Una madre prudente y dedicada, pero que jamás es infalible. Por el contrario, puede cometer grandes errores, aunque siempre la guíe la buena intención.
Verdades a medias en un poderoso vínculo
Bajo las órdenes del director Peter Hedges, Roberts compone a Holly, cuyo amor incondicional hacia su hijo se pone a prueba cuando aparece sorpresivamente en el hogar familiar en plena víspera de Navidad.
Adicto a las drogas en rehabilitación, la presencia de Ben interpretado por Lucas Hedges enseguida hace tambalear la paz doméstica entre el resto de los miembros de la familia.
Pero, para peor, Holly deberá mantenerlo a salvo de lo peligros externos que acechan a su primogénito producto de su oscuro pasado.
En medio de la esperanza por la recuperación, la cinta pone a la dupla protagónica en situaciones límites que echan luz sobre verdades inquietantes.
“Julia se identificó mucho con el personaje, una madre que haría cualquier cosa por su hijo, pase lo que pase”, dijo el realizador de este relato imperdible sostenido por poderosas actuaciones.