Tras filmar cinco películas en lengua flamenca, el estilo cinematográfico del director belga Félix van Groeningen encandilaba a Hollywood.
Los más famosos productores de la industria se disputaban la atención de este cineasta al que querían al frente de sus películas. Pero a Félix van Groeningen ninguna historia lo atrapaba.
Todo cambió cuando llegó a sus manos la historia de Beautiful Boy: Siempre Serás Mi Hijo, basada en la experiencia real del periodista David Sheff junto su hijo Nic, un adolescente ejemplar que de repente sucumbe ante la felicidad fácil de la metanfetamina, laberinto del que solo podrá salir tras una década de padecimientos.
Conexión irrompible
“Es desgarrador, porque hay tanto amor que ninguno de ellos puede comprender lo que está sucediendo”, reflexiona el director sobre los personajes reales en los que se basa su film.
“Nic y su padre tienen una conexión increíble”, añade para luego resaltar que: “el anhelo de ese tipo de vida familiar juega un papel importante en mis películas”.
En el boom actual de largometrajes basados en hechos reales, sin duda sobresale esta verdadera perla cinematográfica que combina las perspectivas de un padre y un hijo mientras atraviesan el complejo mundo de las adicciones.