El arte a manos de Dee Rees
El cine independiente se puede convertir en esas aguas turbulentas pero cálidas en la que emergen los nuevos talentos. Así pasa con Dee Rees, esta cineasta de 40
años que juega con los límites de Hollywood y, siempre, se atreve a más.
Especialmente si se trata del cine sobre afroamericanos. Aquel en el que para muchos creadores sólo cabe la clásica corrección política o la culpa.
Dar vida a muchas voces
Nacida en Tennessee (EEUU), Rees hizo su debut como directora con Pariah, film por el que fue premiada en diversos festivales.
Ahora vuelve a la carga con Mudbound: el color de la guerra y Rees ya vive un sueño que no imaginó: la película fue nominada a los Óscar y no para de recibir las críticas más entusiastas.
¿De qué se trata?
El film retrata las disputas y la lucha por la supervivencia de dos familias (una blanca y la otra negra) en la Misisipi de la Segunda Guerra Mundial. Un elenco coral -donde parece no haber protagonistas- cuyas voces tejen un entramado de poder que cruza temas de clase y raza.
“Con la película me propuse cuestionar mi propia herencia y cuestionar la misma idea de familia”, dijo Rees sobre su más reciente creación.