Algunas definiciones de la palabra “animé” dicen: “Género de animación de origen japonés que se caracteriza por un grafismo crudo y argumentos que frecuentemente tratan temas fantásticos o futuristas” o “es una proyección, evolución o derivación técnica del tradicional manga japonés” o aquellos que lo simplifican en su máxima expresión sostienen “una adaptación japonesa de la palabra animación”.
Entonces, ¿qué es el manga y qué es el animé? El origen del manga se remite a la segunda mitad del siglo XIX y principios del siglo XX, un período de apertura cultural y económica bajo lo que fue el mandato del emperador Mutsuhito. Si analizamos etimológicamente la palabra manga, se observa que puede ser dividida en dos: man -informal- y ga -dibujo-. Si se realiza una traducción literal, serían “dibujos caprichosos o garabatos”. Hoy en día es común que en Japón se utilice el término manga para referirse a las historietas.
Rakuten Kitazawa, era un dibujante y fue el autor en 1902 de una historieta que se llamó Tagosaku to Mokube no Tokyo Kenbutsu, la cual fue considerada como el primer manga de la historia en relación a la forma y las características similares a las actuales. En la década de los años 20 y 30, se popularizó este formato y se amplió el público al que estaba dirigido, dándole así acceso a niños y jóvenes, permitiendo comenzar a exportar este contenido fuera de Japón. Sin embargo, fue luego de la segunda guerra mundial que, al quedar devastado el país económicamente, socialmente y la población anímicamente, el manga cubrió la necesidad de distracción y entretenimiento, volviéndose más popular. Además, resultaba accesible para la mayor parte de la población debido a su bajo costo.
Actualmente, debido entre otros factores, a los cambios en las formas de consumo, el manga ha quedado relegado en relación al auge que tiene el Animé. Pero entonces, ¿cuál fue el origen de éste último? En 1917 se crearon en Japón una serie de cortometrajes de animación ya que se buscaba lograr una estética similar a lo que realizaba la marca mundialmente famosa del ratón. Sin embargo, no fue hasta mediados del SXX que surgió el animé tal cual lo conocemos hoy. Se buscaba adaptar en formato audiovisual lo que el estilo manga hacía en dibujos.
En 1957 la productora Toei, pionera en este género, lanzó Koneko no rakugaki, un corto de trece minutos, donde el personaje principal era un gato. Años después fue la encargada de producir éxitos tales como Dragon Ball, Mazinger Z, El Viaje de Chihiro, Caballeros del Zodíaco, entre otros.
Como se puede apreciar, no se puede hablar del origen del Animé sin hablar del Manga y viceversa ya que ambos géneros están estrechamente relacionados. Cabe mencionar además que hoy en día han surgido múltiples subgéneros para clasificar el tipo de historia que se está contando. Por ejemplo, mecha, donde los protagonistas en este caso son los robots.
Seguramente muchos de nosotros nos hemos deleitado con varios de los universos de dibujos animados que provenían de la cultura Japonesa y sabemos que continuarán sorprendiéndonos con nuevas aventuras.
¡Viva el Animé!