Hubo un momento en la historia que la oscuridad lo dominaba todo. Pero a fines de la década de 1880 el tema estaba resuelto: el ser humano había inventado la luz eléctrica. El problema era definir el sistema de transmisión.
Una guerra brillante (The Current War, su nombre original)retrata este momento histórico con gran maestría, virtud del director norteamericano Alfonso Gomez-Rejon.
En un rincón de esta batalla por establecer el modo de distribución eléctrica en los Estados Unidos estaba el inventor Thomas Edison (Benedict Cumberbatch), y del otro lado el empresario George Westinghouse (Michael Shannon).
The Current War. Una guerra de egos, consagración y dinero
Para Thomas Edison la mejor forma de distribuir la energía eléctrica era a través del sistema de corriente continua, mientras que George Westinghouse postulaba que la corriente alterna era el método más seguro.
Así planteadas las cosas, las disputas legales y acusaciones mutuas no tardaron en aparecer.
Nadie en esa época dudada de la genialidad de Edison, por ese motivo Westinghouse decide financiar las ideas de un inventor que con el tiempo también ganó gran relevancia: Nikola Tesla (Nicholas Hoult).
Los entretelones de toda esta alucinante historia encontralos en las salas de cine.
