Llevar a la pantalla una historia real que transcurre en su gran mayoría en alta mar, fue una exigencia muy grande para todo el equipo de A la deriva. En diálogo con la prensa, la actriz Shailene Woodley y el director Baltasar Kormákur revelan sus sensaciones.
“Nunca olvidaré el primer día que filmamos en el océano”, recuerda la protagonista. “Ya que habíamos grabado por unas semanas en tierra. Apenas vimos las nubes rodeándonos, la tormenta creciendo, el viento fuerte. Empezamos a filmar y en 20 minutos, ¡todos estábamos mareados!”.
Pero ese trabajo en condiciones extremas permitió impregnar a la cinta de un rasgo muy real: “esta película hace que cuando la estás viendo puedas casi oler el océano tú mismo, o sentir el agua salada en tu pelo. Eso pasa cuando filmas la vida como realmente es”, sostuvo emocionada la actriz.
Por su parte, el director optó por una estrategia de filmación que contemplaba retrasos y reprogramaciones, porque: “tienes que someterte a la naturaleza. Estás todo el tiempo cruzando obstáculos. Pero eso es lo que lo hace más interesante”, reconoce el realizador.
Adrift. La determinación para volver a tierra firme
Una aventura en el mar termina de la peor manera cuando la pequeña embarcación que tripulan la pareja de Tami Oldham (Woodley) y Richard Sharp (Sam Claflin) se enfrenta a un tremendo huracán. Luego del incidente, y con el novio herido, será ella quien hará todo lo posible para regresar a la costa.
¡Cada vez falta menos para el estreno!