Basada en el documental de 2002 con el mismo nombre, la película explora la carrera de Mark Kerr en el mundo de las artes marciales, su lucha contra la adicción a las sustancias y su turbulenta relación con su novia, interpretada por Emily Blunt (Looper: asesinos del futuro). A medida que la película desentraña los demonios de Kerr, Johnson aporta una intensidad emocional rara vez vista en su filmografía, lo que podría posicionarlo como un fuerte candidato a premios importantes, como el Oscar.
Para Dwayne Johnson, este rol no fue solo un desafío actoral, sino también físico. Se trata de una cinta que requiere una transformación total. El actor utilizó prótesis faciales para acercarse a la apariencia de Kerr, cuyo físico imponente fue una de las marcas de su carrera. Además de esto, el rodaje demandó largas horas de entrenamiento y una actuación que no solo requirió músculo, sino una profunda conexión emocional.
¿Será este el papel que le otorgue su nominación en La Academia? A lo largo de su carrera, Dwayne Johnson ha sido conocido por sus papeles en películas de acción como San Andreas y Jumanji, pero The Smashing Machine marca una nueva etapa, una en la que puede mostrar su habilidad actoral en su forma más cruda y auténtica. La película podría ser el paso decisivo para la próxima temporada de premios, con una actuación que promete dejar huella.
La cinta también cuenta con la dirección de Benny Safdie, conocido por su trabajo en Good Time: viviendo al límite y Diamantes en bruto. Esta es la primera vez que Safdie dirige un largometraje en solitario. Su enfoque visualmente estimulante y la forma en que maneja las emociones de los personajes han sido aclamados por críticos y audiencia.
The Smashing Machine llega este año a todas las salas de cine de Latinoamérica.
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