“¡Esto es increíble! No hay ciudad como ésta en el mundo, nunca la hubo”. De esta manera empieza Medianoche en París, la cinta dirigida por Woody Allen. Se trata de una película que explora los distintos rincones de la ciudad del amor. Desde una caminata por el Río Sena hasta el Palacio Versalles, la película nos enamora con cada detalle.
Medianoche en París sigue a Gil (Owen Wilson), un escritor norteamericano que llega a la capital de Francia con su futura esposa Inez, interpretada por Rachel McAdams (Revancha, El hombre más buscado) y sus suegros. Una noche sale a recorrer la ciudad y descubre una gran maravilla entre sus calles: la posibilidad de viajar a otra época.
Hagamos un breve recorrido por las distintas locaciones de la cinta, las cuales no requieren ninguna máquina del tiempo, para reconocer que su magia sigue intacta:
Casa de Claude Monet: la película comienza en esta locación, una casa que se encuentra a 70 km de París, más precisamente en la localidad de Giverny. El artista vivió allí gran parte de su vida. Su hogar fue una gran fuente de inspiración para sus obras así como también un lugar especial de distracción.
Museo Rodin: el Museo Rodin es un museo francés ubicado en el VII Distrito de París. Allí se muestra el trabajo artístico del escultor Auguste Rodin. En la película, uno de los personajes, Paul, cree que sabe más que la guía que los está acompañando, interpretada por Carla Bruni. Allí recorren el jardín y conversan acerca de la vida del artista.
Palacio Versalles: La construcción de este palacio fue ordenada por Luis XIV. Es considerado uno de los complejos monárquicos más grandes del continente europeo. Durante la película, Gil visita esta locación junto con su pareja y amigos.
Museo de l’Orangerie: El Museo de l’Orangerie es una galería de arte que visita el protagonista para contemplar diferentes pinturas impresionistas y postimpresionistas.
Plaza Jean XXIII: En la parte de atrás del Notre Dame se encuentra una maravilla parisina, la Plaza Jean XXIII. Allí Gil se sentará junto con la guía del museo Rodin, quien le traducirá el diario de una joven escritora de los años veinte.
Iglesia de St. Etienne du Mont: Gil descansa en las escaleras de la Iglesia de St. Etienne du Mont, ubicada cerca del Panteón. Allí es donde, al sonar las campanas, un vehículo aparece y recoge al protagonista para transportarlo a París en los años ‘20.
Puente Alexandre II: la cinta termina con uno de los puentes más extensos de la ciudad, el cual se inauguró en 1900. La escena finaliza con el protagonista caminando por allí observando la inmensidad de la Torre Eiffel. Su último diálogo expresa: “No hay nada tan bello como París bajo lluvia”.
Medianoche en París no es la única película que tiene increíbles locaciones de la capital de Francia. Este mes llega Agentes 355, protagonizada por Jessica Chastain (Apuesta Maestra), Penélope Cruz, Lupita Nyong’o, Diane Kruger y Fan Bing-bing, quienes recorren diferentes ciudades, entre ellas, el sitio más romántico del mundo.
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