Cuando el fin siempre justifica los medios
Una ola narrativa distinta se impuso desde hace algunas décadas. Tanto en el cine como en la televisión emergieron con fuerza los antihéroes. A esa tendencia hacen honor los personajes de El Robo Perfecto (Den Of Thieves).
Buenos y malos
A primera vista parece que en el film hay héroes y villanos. Pero la diferencia entre ellos es al menos discutible.
Es cierto que el grupo de policías de élite liderado por el personaje de Gerard Butler es eficiente, y logra atrapar a los criminales que ninguna fuerza puede.
Una noble cacería
Pero, ¿cómo lo hace? El personaje de Butler y su equipo se embarcan en una cacería de los delincuentes bajo ninguna norma. El fin es noble, pero los métodos son poco ortodoxos, maquiavélicos y carentes de toda moral.
Es verdad que siempre hubo antihéroes, pero en estos tiempos marcan el pulso de la pantalla.
Tal como en El Robo Perfecto, los héroes moralmente ambiguos, pragmáticos y cínicos aparecen como la fuente de solución de buena parte de los problemas de la sociedad.
Entretanto, el espectador activa una suerte de mecanismo de consuelo. Alguien hace el “trabajo sucio” por él.