El mundo está lleno de personas buenas y malas. En el cine esto siempre se potencia.
Entre los villanos más malévolos de los últimos tiempos, quién no recuerda al presidente Coriolanus Snow en Los Juegos del Hambre (2012). Donald Sutherland encarnó a este líder tirano y déspota que gobernaba Panem. Aunque se sabe que la llegada a los juegos de Katniss Everdeen (Jennifer Lawrence) cambiará la historia de la nación para siempre.
Hay otros ejemplos en donde la maldad viene camuflada de belleza, como en el caso de Nicole Kidman y la película Paddington (2014): la malvada rubia que busca disecar y convertir a un tierno oso en parte de la colección de un museo natural.
En otros casos, la maldad se lleva todo el protagonismo, como en Los Ocho Más Odiados (2015), el film de Quentin Tarantino. Un western que se desarrolla en los Estados Unidos a fines del siglo XIX y que mezcla elementos del cine de misterio con la comedia negra.
En fin, los malos siempre están. Porque ¡donde haya una película siempre habrá un villano!