Todo director siente que el momento clave de un proyecto cinematográfico es cuando comienzan los ensayos, porque ahí se ve si la elección del casting fue correcta y si existe química entre los protagonistas.
Por suerte, para Wash Westmoreland, esa prueba fue superada con soltura: “Empezamos a ensayar un mes antes del rodaje y el primer ensayo fue un gran alivio porque Keira (Knightley) y Dom (West) no se conocían antes, pero les gustaba el trabajo del otro. Cuando se conocieron se llevaron muy bien. Pensé: “¡es buena señal”.
En diálogo con la prensa, el realizador especificó más sobre los protagonistas y la relación que tuvieron al momento de hacerse famosos en la Francia del 1900: “Colette y Willy eran una pareja famosa. Cuando aparecían en algún lado, era “¡Colette y Willy están aquí!”. Era como decir: “¡John y Yoko están aquí!” en Nueva York en los 70s. Eran dos personas conectadas como pareja”.
Un vínculo que les hizo ganar notoriedad pública a partir del éxito inesperado de Claudine, el libro de Willy: “Lo interesante de eso fue que no sólo generaron mucho ruido cultural con todo el merchandising de Claudine (el libro éxito de Willy). También tenían un secreto, el cual exploramos en la película”, reveló.
Colette: La verdad saldrá a la luz
Y el secreto es que era la propia Colette la verdadera escritora de ese éxito. Ese será el disparador del film para ver cómo la protagonista logra su merecido reconocimiento y descubre todo su potencial.
