Como suele suceder en el cine, la concreción de un proyecto lleva mucho tiempo y el proceso puede durar años. Es el caso de No te preocupes, no irá lejos, el film de Gus Van Sant, y que tiene como protagonista a Joaquin Phoenix.
La idea de llevar a la pantalla grande la vida del dibujante John Callahan comenzó hace más de 20 años, cuando el director recibió la propuesta del actor Robin Williams, quien había adquirido los derechos del libro.
Van Sant colaboró durante la década de 1990 y principios del 2000 para desarrollar el guión, pero el proyecto nunca llegó a despegar. “Creo que los estudios no pudieron hacerse a la idea”, dice el director. “Pero todo ese tiempo, nos estuvimos reuniendo con John Callahan y aprendiendo mucho sobre él y su vida”.
Don't worry, he won't get far on foot. La vuelta de un largo proyecto
Después de la muerte de Williams en 2014, Van Sant decidió tener otra oportunidad para adaptar el libro de la vida de Callahan, esta vez acercándose más al material original. “En nuestros intentos anteriores, el guión se había tomado muchas libertades y era mucho más loco que el libro. Al final me centré en uno de los capítulos, que es la historia de la recuperación de John del alcoholismo”, concluyó.
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