Durante casi dos décadas, Sidonie-Gabrielle Colette ha fascinado e inspirado al realizador Wash Westmoreland.
“Durante muchos años trabajé con mi socio Richard Glatzer, desarrollando guiones y dirigiendo juntos”, cuenta y agrega: “Fuimos coautores, codirectores y compañeros de vida. Alrededor de 1999, Richard comenzó a leer una gran cantidad de obras de Colette, tanto ficción como biografías, y me hizo leerlas también”.
Y es que la vida de Colette tenía todos los condimentos necesarios para que su historia sea llevada a la pantalla grande: “Nos dimos cuenta de que allí había un gran potencial para una película, especialmente si nos enfocamos en su primer matrimonio. Fue un momento crucial, el comienzo de la era moderna: se estaba llevando a cabo un cambio tectónico en los roles de género”, opinó.
En concordancia con los tiempos que corren, la Francia del 1900 veía cómo: “las mujeres demandaban más poder en todas las áreas de la vida, a lo que los hombres se resistían con todas sus fuerzas. Todo eso parecía estar representado a través de este matrimonio de dos personajes tremendos: Colette y Willy”.
Keira Knightley será la encargada de mostrar cómo las ganas y determinación de Collete permitirán que se le reconozca sus dotes de escritora, luego de estar en las sombras de su marido (Dominic West).